Facultad de Ciencias Químicas, Químico Farmacéutico Biólogo, Bioquímica III

Facultad de Ciencias Químicas, Químico Farmacéutico Biólogo, Bioquímica III

miércoles, 1 de junio de 2022

¿Qué es la enfermedad de Gaucher?

     La enfermedad de Gaucher es un trastorno crónico, progresivo, hereditario, que recibió su nombre del médico francés que la describió por primera vez. Es provocada por la deficiencia de una enzima específica denominada glucocerebrosidasa. Esta enzima degrada y recicla ciertos lípidos (grasas). En las personas con enfermedad de Gaucher, estos lípidos, los glucocerebrósidos, se acumulan en las células e interfieren en el funcionamiento normal de varios órganos como son  el hígado, bazo, pulmones, médula ósea y cerebro. (Zeller et al, 2007)


 
                                                              Fig 1. Hepatosplenomegalia

     Desde un punto de vista genético, su transmisión es autonómica recesiva, es decir, para su transmisión ambos progenitores han de ser portadores de dicha anomalía y en este caso sólo un 25% de los descendientes podrán padecer la enfermedad. El gen que codifica la enzima se encuentra en el brazo largo del cromosoma 1. No obstante, en la actualidad se han descrito más de trescientas mutaciones implicadas en su aparición. Además, dicho trastorno puede ser originado a partir de deleciones, inserciones y por alelos recombinantes. (González y cols, 2010)

    El espectro clínico de la enfermedad es altamente heterogéneo, incluyendo adultos asintomáticos en los que se diagnostica la enfermedad de manera incidental, hasta formas muy severas como el hidrops fetalis y formas de severidad variable en la edad adulta, es posible observar esta heterogeneidad incluso en hermanos y también en gemelos. (Colquicocha y cols, 2015)



REFERENCIAS.
-Colquicocha-Murillo, M., Cucho-Jurado, J., Eyzaguirre-Zapata, R.M., Manassero-Morales, G., &Moreno-Larrea, M.C. (2015). Guía para diagnóstico y tratamiento de la Enfermedad de Gaucher. Recuperado el 01 de Junio de 2022 de http://www.scielo.org.pe/pdf/rmh/v26n2/a07v26n2.pdf
-González-Jiméneza,E., Aguilar-Corderoa, M.J., Álvarez-Ferreb, J.,  & García-Lópezc, P.A. (2010). Enfermedad de Gaucher y su manejo clínico en el paciente pediátrico. Recuperado el 01 de Junio de 2022 de https://scielo.isciii.es/pdf/albacete/v3n2/especial2.pdf
-Zeller, J.L., &  Burker, A.E. (2007).Enfermedad de Gaucher. Recuperado el 01 de junio de 2022 de https://sites.jamanetwork.com/spanish-patient-pages/2007/hoja-para-el-paciente-de-jama-070919.pdf

Diagnóstico prenatal de la enfermedad de Gaucher.

Diagnóstico prenatal de la enfermedad de Gaucher.

La enfermedad de Gaucher (EG) es un error congénito del metabolismo causado por un defecto en la biogénesis de la hidrolasa lisosomal glucocerebrosidasa (β-glucosidasa ácida, D-glucosil-acil-esfingosina-glucohidrolasa; EC 3.2.1.45) ( Brady et al 1965) . La ausencia o muy baja actividad de este enzima que cataliza la hidrólisis de los enlaces β-glucosídicos de los glucolípidos provoca la acumulación progresiva del sustrato no degradado glucocerebrósido (o glucosilceramida), lípido extremadamente insoluble, componente esencial de las membranas celulares, con funciones en el crecimiento y diferenciación celular y que es normalmente catabolizado por el enzima glucocerebrosidasa en la siguiente reacción



DIAGNÓSTICO
Tradicionalmente la EG se diagnosticaba desde un punto de vista estrictamente morfológico, detectando la presencia de células de Gaucher en la médula ósea, hígado o bazo. Este método diagnóstico es preciso, pero presenta algunas limitaciones ya que las células de Gaucher al microscopio óptico son indistinguibles de otras denominadas células seudo-Gaucher que aparecen en la médula de pacientes con varios trastornos hematológicos, es decir que son características pero no patognomónicas de la enfermedad (Beutler et al 1991). Actualmente, el diagnóstico de la EG se inicia con la observación de los síntomas clínicos característicos, la realización de exámenes complementarios orientativos y se realiza con certeza a través del análisis de la actividad del enzima β-glucosidasa y de las mutaciones del ADN en células del paciente.

La necesidad de realizar un diagnóstico prenatal (DP) de la EG surge realmente después del nacimiento del primer hijo afectado. Los padres deben de ser informados por medio del consejo genético sobre la probabilidad de trasmitir a sus hijos la enfermedad de la que los dos progenitores son portadores. El consejo genético tiene por objeto ponderar, de la manera más exacta posible, el riesgo de un individuo para trasmitir o desarrollar una enfermedad o una malformación y se basa en el diagnóstico preciso y en el tipo de herencia. El consejo genético permite una mayor comprensión de la enfermedad y minimizar la ansiedad ante un futuro embarazo (Daniels et al 1981).

Para la realización del DP de la EG se utilizan diferentes procedimientos que permiten la obtención de distintas muestras fetales. Los tejidos más frecuentemente utilizados son el líquido amniótico, las vellosidades coriales y la sangre fetal y los procedimientos respectivos para obtener estas muestras son:
• Amniocentesis
• Biopsia corial
• Cordocentesis



La actividad del enzima glucocerobrosidasa en células fetales se valora por los métodos estándar adaptados a condiciones de microensayo especiales para poder trabajar con una muestra mínima de vellosidad corial o con una población celular limitada. Se utiliza el sustrato sintético 4-Metil-Umbeliferil-β-glucósido que se incuba con el extracto celular y la fluorescencia generada es directamente proporcional a la actividad β-glucosidasa intracelular. Cada laboratorio tiene establecidos sus valores de referencia propios de células control y el ensayo enzimático se realiza paralelamente con otras líneas de células fetales control (Svennerholm et al 1981).


REFERENCIAS 
1 Brady RO, Kanfer J, Shapiro D. The metabolism of glucocerebrosidases.I. Purification and properties of a glucocerebrosidase-cleaving enzyme from spleen tissue. J Biol Chem 1965a; 240:39- 43 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/14253443/.
2. Beutler E, Kay A, Saven A, Garver P, Thurston D, Dawson A, Rosenbloom B. Enzyme replacement therapy for Gaucher disease. Blood 1991; 78:1183-1189 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/1878585/.
3. Daniels LB, Glew RH, Diven WF, Lee RE, Radin NS. An improved fluorometric leukocyte betaglucosidase assay for Gaucher’s disease. Clin Chim Acta 1981;115(3):369-375 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/6794954/.
4. Svennerholm L, Hakansson G, Lindsten J, Wahlström, Dreborg S. Prenatal diagnosis of Gaucher disease. Assay of the β-Glucosidase activity in amniotic fluid cells cultivated in two laboratories with different cultivation conditions. Clin Genet 1981; 19:16-22, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/6780254/.


Factores de riesgo

     Principalmente un factor de riesgo y el mayor son las personas que tienen una ascendencia de Europa oriental o central, pues son quienes tienen un mayor riesgo de padecer la variedad más frecuente de la enfermedad de Gaucher. (Zeller, 2007)

    Así como lo son factores genéticos, bioquímicos y clínicos asociados a la gravedad de la enfermedad. Es hereditario y cuenta con un patrón de herencia autosómico recesivo, es decir, el hijo recibe un determinado gen defectuoso o mutado de la madre y el otro del padre. (Zeller, 2007)




REFERENCIA.
Zeller, J.L., &  Burker, A.E. (2007).Enfermedad de Gaucher. Recuperado el 01 de junio de 2022 de https://sites.jamanetwork.com/spanish-patient-pages/2007/hoja-para-el-paciente-de-jama-070919.pdf

Tratamiento

  Tratamiento enzimático sustitutivo

 En 1991 para la Enfermedad de Gaucher (EG) fue el primer paso con posibilidades realistas en el tratamiento de las enfermedades lisosomales de depósito.


Introducción:

A pesar de la introducción del TES, el tratamiento sintomático sigue teniendo gran importancia en la atención integral del paciente con EG, siendo un complemento primordial del mismo además de la adición de fármacos para cada una de las alteraciones que presenta .

Enfermedad ósea:

Las alteraciones óseas constituyen una de las manifestaciones primordiales en la EG tanto por su frecuencia como por las importantes secuelas que pueden condicionar minusvalías físicas y comprometer la calidad de vida del individuo (Yosipovitch et al 1990).

La mayoría de las alteraciones esqueléticas de EG  de naturaleza isquémica y caracterizada por intenso dolor que requiere el empleo de analgésicos, reposo absoluto y a veces hospitalización del enfermo por lo que el uso de de analgesicos como lo son salicilatos y antiinflamatorios no esteroideos , aunque en algún caso debe recurrirse a los opiáceos, aunque debemos de tener en cuenta que el paciente no presente una trombocitopenia grave podría ser un obstáculo para el empleo de los primeros . La acción de los mismo medicamentos modernos bifosfonatos  ligan a los cristales de hidroxiapatita en la superficie de reabsorción inhibiendo la acción de los osteoclastos que habitualmente se emplean a dosis de 2 g/día durante varios meses ( Cremin et al 1990).

Tratamiento psicológico y soporte emocional:

Como en todas las enfermedades crónicas éste es un aspecto que no debe olvidarse por su gran importancia práctica. El enfermo y su familia presentan a lo largo de la dilatada evolución problema emocionales de intranquilidad hacia su futuro o necesidad de limitar la actividad física y temor hacia la transmisión del defecto a los descendientes, aspectos en los cuales la sensibilidad y la proximidad humana son fundamentales. Para el paciente afecto de EG, encontrar en el médico un consejero y amigo resulta de un valor que difícilmente puede medirse con los estándares tradicionales (Samuel et al 1994) .

Tratamiento enzimático sustitutivo

En la actualidad el TES constituye el tratamiento de elección de la EG. La disponibilidad de la enzima ha modificado radicalmente el perfil clínico de los pacientes sintomáticos que han pasado a ser oligo o asintomáticos, integrándose más de lleno en la sociedad  y mejorando por un lado su vitalidad y disminuyendo su percepción de enfermedad. 
Es la administración directa de enzima β-glucosidasa ácida  se infería que la cantidad de glucocerebrósido eliminado del hígado estaba en función de la dosis de enzima administrada de modo que cada unidad podía catabolizar unos 25 micromoles de glucocerebrósido hepático (Brady et al 1976).

Fármacos disponibles

En la actualidad existen dos fármacos: uno semisintético, obtenido a partir de la modificación de la enzima y de origen placentario la alglucerasa (Ceredasa®) y otro, totalmente sintético, producido por ingeniería genética, la imiglucerasa (Cerezyme®), ambos fabricados por Genzyme (Cambridge, MA, USA). Sin embargo, la primera está prácticamente retirada del mercado internacional y en España ha sido sustituida por el producto recombinante. El primero se obtiene a partir de la betaglucocerebrosidasa placentaria humana mediante un complejo proceso de extracción química y posterior modificación de las cadenas de oligosacáridos que conduce a la exposición de residuos manosa reconocidos por los macrófagos. En su forma final, la enzima alglucerasa posee 497 aminoácidos y tan solo un 6 % de carbohidratos (a diferencia del 12 % que contiene la enzima natural) (CEREDASE 2005). El segundo es una glicoproteína monómera de 497 aminoácidos, producto totalmente sintético que difiere de la alglucerasa en un aminoácido localizado en posición 495 donde la histidina es sustituida por arginina. La imiglucerasa cataliza la hidrólisis del glicolípido glucocerebrósido en glucosa y cerámida según la vía normal de degradación de los lípidos de membrana.


Pastores GM, Sibille AR, Grabowski GA. Enzyme therapy in Gaucher disease type 1: dosage efficacy and adverse effects in thirty-three patients treated for six to twenty-four months. Blood 1993; 82: 408-416. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8392397/

Pastores GM, Sibille AR, Grabowski GA. Enzyme therapy in Gaucher disease type 1: dosage efficacy and adverse effects in thirty-three patients treated for six to twenty-four months. Blood 1993; 82: 408-416. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8392397/


Figura X.— Internalización de la alglucerasa. La forma natural de la glucocerebrosidasa ácida (A) debe perder varios radicales glucídicos (B) para exponer manosa (C) y ser internalizada por el macrófago a través de un receptor específico (D). (Tomado del dossier iconográfico de Ceredase® ).

Efectos secundarios

El tratamiento es seguro y sus efectos son escasos y leves. En la mayoría  de casos se reducen a reacciones alérgicas leves y la producción de anticuerpos (IgG) anti-alglucerasa o anti-imiglucerasa con una frecuencia de 40 % y 20 % respectivamente . En España, la presencia de anticuerpos antialglucerasa se ha detectado en el 2,7 % (Pérez et al 1997).


Bibliografías:
1. Yosipovitch Z, Kalman K. Bone crisis in Gaucher disease. An update. Isr J Med Sci 1990, 26: 593-595. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/2249941/
2. Cremin BJI, Davey H, Goldblatt J. Skeletal complications of type I Gaucher disease: the magnetic resonance features. Clin Radiol 1990; 41: 244-247. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/2340694/
3. Samuel R, Katz K, Papapoulos SE, Yosipovith Z, Zavivov R, Liberman UA. Aminohydroxipropylidene-bisphosphonate (APD) treatment improves the clinical skeletal manifestations of Gaucher’s disease. Pediatrics 1994; 94: 385-389. https://aeefegaucher.es/images/guias/2007.pdf
4. Información técnica. CEREDASE (alglucerase injection) (R). Genzyme Co, Cambridge (MA). USA.https://www.accessdata.fda.gov/drugsatfda_docs/label/2005/20367s066lbl.pdf
5. Brady RO, Pentchev PG, Gal AE. Enzyme replacement therapy for the sphingolipidoses. In Volk BD, Schneck I (eds): Current trends in sphingolipidoses and allied disorders. New York. Plenum press 1976; 523-532. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/820173/
6. Pastores GM, Sibille AR, Grabowski GA. Enzyme therapy in Gaucher disease type 1: dosage efficacy and adverse effects in thirty-three patients treated for six to twenty-four months. Blood 1993; 82: 408-416. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8392397/
7. Pérez Calvo J, Giraldo P, Giralt M. Tratamiento con alglucerasa de la enfermedad de Gaucher tipo 1. Resultados preliminares en España. Sangre 1997; 42: 189-194. https://aeefegaucher.es/images/guias/2007.pdf

martes, 31 de mayo de 2022

Síntomas y complicaciones

Signos y síntomas

 

Los signos y síntomas de la enfermedad de Gaucher varían dependiendo el tipo que se presente. La mayor parte de los casos con enfermedad de Gaucher manifiestan problemas abdominales, anomalías esqueléticas y trastornos de la sangre (González-Jiménez y cols., 2010). 

Enfermedad de Gaucher tipo I

Afectaciones en el cerebro y medula espinal en el sistema nervioso central, entre sus síntomas se encuentran: 

  • Agrandamiento del hígado y del bazo, llamado como hepatoesplenomegalia
  • Hematomas que aparecen debido a la disminución de plaquetas sanguíneas
  • Enfermedad pulmonar
  • Anemia 
  • Dolor en los huesos, artritis y fractura
(Colquicocha-Murillo y cols., 2015). 
  • Figura 1. Paciente con hepatoesplenomegalia


Enfermedad de Gaucher tipo II y III 

En este subtipo de enfermedad de Gaucher los síntomas se manifiestan en el sistema nervioso central, en la tipo II los síntomas son severos. Entre sus manifestaciones clínicas se encuentran: 

  • Anemia
  • Hepatoesplenomegalia
  • Problemas óseos
  • Convulsiones
  • Daño cerebral
  • Movimientos oculares anormales 

La enfermedad de Gaucher de tipo III presenta la misma sintomatología, solo que lo hace de una manera mas agresiva (Genetic and Rare Diseases Information Center, 2019). 

Figura 2. Presentaciones clínicas mas frecuentes en adultos con Enfermedad de Gaucher.


Enfermedad de Gaucher tipo letal perinatal

  • Piel seca y escamosa que se manifiesta como ictiosis
  • Hepatoesplenomegalia
  • Problemas neurológicos
  • Rasgos faciales distintivos
  • Hinchazón por la acumulación del liquido del cuerpo
(Ponce & Frade, 2015).

Enfermedad de Gaucher tipo cardiovascular 

  • Válvulas del corazón se calcifican
  • Enfermedades en la medula ósea
  • Esplenomegalia 
  • Anomalías oculares 
  • Convulsiones


Figura 3. Síntomas de la enfermedad de Gaucher. 




Complicaciones

-La enfermedad de Gaucher esta asociada con diferentes complicaciones por lo que se puede generar:

-Problemas ginecológicos y obstétricos 

-Enfermedad de Parkinson

-Cáncer, leucemia y linfoma

-Retraso en el crecimiento y de la pubertad en niños 

(González-Jiménez y cols., 2010). 


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 

  1. Colquicocha-Murillo, M., Cucho-Jurado, J., Eyzaguirre-Zapata, R. M., Manassero-Morales, G., Moreno-Larrea, M. D. C., Salas-Arbizu, K. L., ... & Vargas-Castro, J. O. (2015). Guía para diagnóstico y tratamiento de la Enfermedad de Gaucher. Revista Medica Herediana26(2), 103-121.
  2. Genetic and Rare Diseases Information Center. (2019). Enfermedad de Gaucher. National Center for Advancing Translational Sciences. Recuperado el 01 de junio de 2022 de https://rarediseases.info.nih.gov/espanol/13400/enfermedad-de-gaucher
  3. Ponce, E. E., & Frade, L. G. (2015). Enfermedad de Gaucher. Anales de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid, (52), 125-142.
  4. González-Jiménez, E., Aguilar-Cordero, M. J., Álvarez-Ferre, J., & García-López, P. A. (2010). Enfermedad de Gaucher y su manejo clínico en el paciente pediátrico. Revista clínica de medicina de família3(2), 114-120.









Videos de apoyo

 A continuación se presentan diferentes videos y conferencias que hablan de la Enfermedad de Gaucher para mejorar la comprensión del tema. 

Epidemiología

Este trastorno fue descrito por primera vez en 1882, por el dermatólogo francés Phillipe Charles Gaucher, años después en 1965, las investigaciones de Brady demostraron que la enfermedad se producía por el déficit de la enzima lisosómica beta-glucosidasa ácida o cerebrosidasa, responsable de la hidrólisis intracelular de la glucosilceramida y otros esfingolípidos. Este problema provoca la acumulación de éstos esfingolípidos a nivel de los lisosomas que conforman el retículo endotelial. Por su parte, en 1948 se describió por primera vez la transmisión genética de este trastorno, mencionando que se trataba de una enfermedad con carácter autosómico recesivo y su anomalía de base se hallaba localizada en el cromosoma 1 (1q2.1). 

Figura. Trastorno autosómico recesivo.

Se ha verificado una mayor prevalencia entre sujetos de determinados grupos étnicos, como es el caso de los Norrbottnian del norte de Suecia entre los que predomina del subtipo III, o los judíos de origen Ashkenazi en donde destaca el tipo I, con una frecuencia de portadores de 1:400 a 1:800 nacidos vivos, a diferencia de la población general cuya frecuencia es de 1:40.000 a 1:60.000 nacidos vivos. A pesar de esto, la enfermedad puede afectar por igual a cualquier grupo de personas. Por ejemplo; en Europa su prevalencia es escasa, siendo descrita una media de cinco casos por cada 10.000 habitantes, lo que se traduciría en menos de 10.000 pacientes en todo el mundo.


González Jiménez, E., Aguilar Cordero, M. J., Álvarez Ferre, J., & García López, P. A. (2010). Enfermedad de Gaucher y su manejo clínico en el paciente pediátrico. Revista clínica de medicina de família3(2), 114-120. 

Caso clínico

 A continuación se presenta un caso clínico de un paciente con Enfermedad de Gaucher 

Datos del paciente: 

masculino de 22 años de edad, sin antecedentes de importancia para su padecimiento actual. Ingresó con un cuadro clínico de 6 meses de evolución. Caracterizado por saciedad temprana, dolor óseo generalizado de predominio en huesos largos. 15 días previos a su ingreso presenta: dolor en epigastrio e hipocondrio derecho, de inicio insidioso, acompañado de nausea sin presentar vómito, que aumenta de intensidad con la ingesta de alimentos grasos. Tres días con ictericia en piel y conjuntivas, acolia y coluria. 

Exploración física: 

se confirmó tinte ictérico +++, abdomen blando, doloroso a la palpación media y profunda en hipocondrio derecho, peristalsis presente, sin datos de abdomen agudo, se palpa hepatomegalia 3 a 4 cm debajo del reborde costal, liso e indoloro, esplenomegalia a 2 o 3 cm por arriba de la fosa iliaca derecha, con aumento en la consistencia, no doloroso. No ascitis, ni red venosa colateral. 

  • TA: 110/70 
  • FC: 85x´ FR: 22x´ 
  • Temp. 36.5°C. 
  • BH: Leucocitos 3.86, Eritrocitos 5.69, HB 15.0, HCT 43.9, MCV 77.2, MCH 26.4, Plaquetas 39.9. Diferencial: Neutrófilos 64%, Bandas 0%, Linfocitos 33%, Monocitos 3%, eosinófilos 0%, Basófilos 0%. 
  • Las PFH: Albumina 4.3, Globulinas 2.7, BT 11.1, BD 5.8, BI 5.3, TGO 122, TGP 206, FA 344, TP 15.8, INR 1.5, TPT 35

El ultrasonido abdominal reportó colelitiasis y coledocolitiasis, hepato- esplenomegalia. A los 3 días de ingreso, disminuye la cuenta leucocitaria a: 1.5, eritrocitos 4.65, Hb. 12.2, HCT 34.7, MCV 76.1, MCH 26.7, plaquetas 45. Se realizó endoscopia de tubo digestivo alto la cual reportó: gastritis eritematosa en antro y compresión extrínseca en cara anterior del antro y pared media de la segunda porción del duodeno.

Tomografía: 

Figura 1. Tomografía axial computarizada con hepatoesplenomegalia importante. 

Ante la sospecha clínica de probable enfermedad de Gaucher, se realizó aspirado de medula ósea. El aspirado de médula ósea demostró numerosos macrófagos con citoplasma fibrilar basófilo compatible con enfermedad de Gaucher en médula ósea.

Figura 2. Aspirado de medula ósea, se muestran numerosos macrófagos con citoplasma fibrilar basófilo compatible con enfermedad de Gaucher en medula ósea. 

Evolución del paciente: 
El día 25 de mayo se le realizó CPRE con extracción de 2 litos, con buena evolución clínica. Egresó en buenas condiciones clínicas. Ultima valoración hace un mes en buenas condiciones generales. Comenzó terapia de reemplazo enzimático. 

REFERENCIA CONSULTADA: 

Álvarez, I. M., Trujillo, A. R., Rodríguez, S. H., & Madrigal, J. C. (2011). Enfermedad de Gaucher. Reporte de un caso y revisión de la bibliografía. Medicina Interna de México27(2), 198-208.

Diagnostico

Pruebas de diagnostico: 

Análisis del DNA y/o enzimático en los leucocitos, se detectan portadores y se distinguen los tipos por análisis de las mutaciones. (Demczko, 2020)

Biopsia, por medio de las células de Gaucher, macrófagos tisulares cargados de lípidos en el hígado, el bazo, los ganglios linfáticos o la médula ósea o el encéfalo, tienen aspecto de papel de seda arrugado. (Colquicocha, 2015)

Determinación de la fosfatasa ácida resistente al tartrato, la cual se incrementa en las células de Gaucher, también la enzima convertidora de angiotensina (ACE) que aumenta en los pacientes con esta enfermedad Por último, la fosfatasa alcalina que puede elevarse en aquellos pacientes con afección ósea.  (Demczko, 2020)

Por medio de resonancia magnética, es una técnica muy útil para la detección de afectación ósea temprana tal como la infiltración medular, tanto en huesos largos como en vértebras, al igual para detectar signos tempranos de infartos óseos precedentes de necrosis avasculares. (Colquicocha, 2015)

Evaluación visceral, la afectación es principalmente en el hígado y bazo, se puede hacerse por ultrasonido, tomografía axial computarizada o resonancia magnética. En el hígado se pueden encontrar signos de crecimiento visceral, nódulos e hipertensión portal. En el bazo, además del crecimiento visceral, se pueden encontrar lesiones focales de infartos o de abscesos. (Colquicocha, 2015)

Figura. Pasos para diagnosticar enfermedad de Gaucher.

Referencias:

Colquicocha-Murillo, M., Cucho-Jurado, J., Eyzaguirre-Zapata, R. M., Manassero-Morales, G., Moreno-Larrea, M. D. C., Salas-Arbizu, K. L., ... & Vargas-Castro, J. O. (2015). Guía para diagnóstico y tratamiento de la Enfermedad de Gaucher. Revista Medica Herediana26(2), 103-121.

Demczko, M. (2020). Enfermedad de Gaucher. Manual MSD. Recuperado el 31 de mayo del 2022 de https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/pediatr%C3%ADa/trastornos-hereditarios-del-metabolismo/enfermedad-de-gaucher

lunes, 30 de mayo de 2022

Fisiopatología

    En la actualidad, y a pesar de los numerosos avances en su estudio fisiopatológico, no ha sido posible establecer correlaciones fenotipo-genotipo certeras. 

    Las únicas asociaciones genotipo-fenotipo reconocidas son que N370S en un alelo no se relaciona con afectación neurológica y cómo los pacientes con homocigosidad para L444P pueden desarrollar cierto grado de afectación neurológica durante alguna fase de la enfermedad. Del mismo modo, se desconocen los mecanismos a través de los cuales un determinado genotipo determina un fenotipo concreto. Resulta igualmente inexplicable el hecho de que pacientes portadores de la misma mutación muestren cuadros clínicos diferentes. Circunstancia, ésta última, posiblemente debida a la influencia de otros factores como los ambientales, a la presencia de genes continuos o de modificadores genéticos. 

    Desde un punto de vista fisiológico y en condiciones de normalidad, la síntesis y destrucción de los glucoesfingolípidos ha de representar un proceso en perfecto equilibrio interno. Los esfingolípidos tienen funciones dentro de las células, por ejemplo, la ceramida y la esfingosina-1-fosfato son segundos mensajeros y adicionalmente inician los mecanismos de apoptosis.

    La esfingosina también es un segundo mensajero y su generación le permite a la célula sobrevivir. Por su estructura química, aquellos glucoesfingolípidos que poseen más de cuatro unidades de glucosa en su cadena requieren únicamente de enzimas hidrolíticas para su metabolismo. En cambio, aquellos otros que tienen menos glucosa en su cadena requieren, además de esta enzima hidrolítica, una segunda molécula del grupo de proteínas activadoras de esfingolípidos, que para la glucocerebrosidasa se llama saposina C. La saposina C es codificada por un gen ubicado en el cromosoma 10 y constituye una proteína activadora de membrana con capacidad para solubilizar los lípidos, y en definitiva resulta responsable de la degradación de las glucosilceramidas.

    El proceso de degradación de los glucoesfingolípidos por estas enzimas no es bien conocido por el momento. En la enfermedad de Gaucher el depósito de los glucoesfingolípidos se realiza a nivel de los lisosomas de los macrófagos presentes en el sistema retículoendotelial12. Resultado de ello y del aspecto particular que estas células adquieren, determina su apelativo como células de Gaucher. Microscópicamente, dichas células muestran un gran tamaño, portando un núcleo excéntrico y un citoplasma que se asemeja a un papel arrugado. En la figura 1 se muestra el aspecto del citoplasma tan característico de las células de Gaucher.

Figura 1. Aspecto del citoplasma de las células de Gaucher.

    En los pacientes pediátricos el acúmulo de glucocerebrósido no explica el cuadro clínico, en tanto que su cantidad acumulada a nivel de las células del sistema nervioso central no resulta elevada. Se cree más bien que se trate pues de un metabolito tóxico denominado glucoesfingosina, cuya concentración se encuentra elevada en el hígado y bazo de los pacientes portadores de este trastorno. Dicha acumulación tiene su inicio tempranamente durante la gestación. En este caso, niveles elevados de esta sustancia en el cerebro se encuentra únicamente en pacientes de corta edad portadores de la variedad tipo 2.

    Posteriormente, derivado de la acumulación de grandes cantidades de glucoesfingolípidos en el interior de las células, pueden producirse interferencias a nivel del transporte intracelular y otras actividades de la célula. En el caso de la enfermedad de Gaucher, la psicosina es la sustancia tóxica derivada del glucocerebrósido acumulado.


Bibliografía consultada:

González Jiménez, E., Aguilar Cordero, M. J., Álvarez Ferre, J., & García López, P. A. (2010). Enfermedad de Gaucher y su manejo clínico en el paciente pediátrico. Revista clínica de medicina de família3(2), 114-120. Recuperado el 30 de mayo de 2022 de https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1699-695X2010000200011 

domingo, 29 de mayo de 2022

Clasificación

        La enfermedad de Gaucher se clasifica en tres tipos de acuerdo con la evolución clínica y la presencia o ausencia de cuadro neurológico en la evolución (Cuadro 1). 

    La mayoría de los pacientes cursa con enfermedad de Gaucher de tipo 1, y las manifestaciones clínicas varían en un amplio rango. En 50% de los pacientes el diagnóstico se realiza en la infancia. La enfermedad de Gaucher de tipo 1 no suele comprometer al sistema nervioso central (SNC). Los signos clínicos más frecuentes de EG son anemia, hepato-esplenomegalia, esplenomegalia y trombocitopenia. En el hueso puede registrarse desde la osteopenia y el dolor óseo, hasta fracturas patológicas, osteonecrosis y discapacidad a largo plazo. A nivel pulmonar se puede registrar enfermedad intersticial en hipertensión pulmonar, especialmente en pacientes femeninos esplenectomizados y sin tratamiento o bien, con un mal abordaje terapéutico.

         La enfermedad de Gaucher de tipo 2, conocida también como enfermedad de Gaucher infantil o neuropática aguda, es sin duda la forma más severa en el desarrollo de esta patología. La visceromegalia y los problemas de tipo neurológico se manifiestan desde el nacimiento (retroflexión de la cabeza, trismus facial, estrabismo). Característicamente, existe compromiso de los centros motores bulbares acompañado de trastornos en la deglución y oculomotores. Las convulsiones son frecuentes y el paciente puede cursar con desnutrición y es muy alta: la mayoría de pacientes fallece hacia el segundo año de vida, por complicaciones como bronconeumonía recurrente. Se ha descrito una forma particularmente fatal, en la que la evolución es muy rápida y desde el parto, con ictiosis cutánea e hidrops fetalis.

    La enfermedad de Gaucher de tipo 3, neuropática subaguda o enfermedad de Gaucher de tipo juvenil, se presenta como una variante intermedia entre los tipos 1 y 2. La hepatomegalia y los síntomas neurológicos inician entre las primeras dos décadas de la vida, con síntomas neurológicos tales como retardo mental progresivo, oftalmoplejía, convulsiones y espasticidad. La esplenomegalia es severa. Los síntomas esqueléticos pueden comprender fracturas patológicas y problemas de compresión vertebral. El promedio de vida de los pacientes es de 10 a 15 años después del inicio de los síntomas.

Cuadro 1. Subtipos enfermedad de Gaucher.


Bibliografía consultada:
Álvarez, I. M., Trujillo, A. R., Rodríguez, S. H., & Madrigal, J. C. (2011). Enfermedad     de            Gaucher. Reporte de un caso y revisión de la bibliografía. Medicina Interna de     México,        27(2), 198-208. Recuperado el 29 de mayo del 2022 de https://www.medigraphic.com/cgi-       bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=29155 
Ponce, E. E., & Frade, L. G. (2015). Enfermedad de Gaucher. Anales de la Real                           Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid, (52), 125-142. Recuperado el 29     de mayo     del 2022 de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5530823